sábado, 4 de julio de 2015

Desarrollo de la Guerra

1914: La guerra de movimientos y fronteras
Alemania invadió Bélgica y se lanzó a tomar Francia. El plan alemán de guerra rápida, de no más de seis meses de duración, fracasó en Marne gracias a la contraofensiva francesa que evitó la conquista alemana del norte Francia y de Flandes. El frente occidental quedó estabilizado y los países beligerantes se prepararon para afrontar una guerra que se alargaría en el tiempo.
1915-1916: La guerra de posiciones y desgaste
La nueva estrategia militar tenía como objetivo defender y estabilizar los frentes. Para lograrlo recurrieron a las trincheras, un método de guerra que requería un gran gasto militar, tanto personal como armamentístico, que definió un estilo bélico conocido por la historio grafía como guerra de posiciones y estrategia de desgaste.
En 1916 se produjeron dos batallas especialmente sangrientas que duraron de febrero a agosto y que apenas hicieron cambiar nada: la batalla de Verdún y la de Somme.


En 1917 las masas sociales estaban agotadas y ansiosas de paz.Desde el emperador Carlos I hasta el Papa Benedicto XV, pasando por socialistas alemanes o huelguistas, intentaron poner fin a tantos años de terror.
1918: El año decisivo:
Los aliados, con el apoyo de EE.UU, se vieron reforzados moralmente, todo lo contrario que alemanes y austriacos que observaban muy lejos la victoria bélica. Wilson realizó una propuesta esencial para acabar con el conflicto: la Declaración de los Catorce Puntos, catorce nuevos objetivos bélicos de la Entente encaminados a buscar la negociación de paz con los Imperios Centrales y poner fin a la Primera Guerra Mundial.

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